El acceso a una vivienda digna, estable e independiente constituye un aspecto fundamental en el desarrollo de las personas. Por ello, en Jesús Abandonado trabajamos contra la exclusión residencial a través de diferentes proyectos como es Housing First, un modelo de intervención social en el que los usuarios acceden directamente a la vivienda, sin pasar previamente por otros servicios o recursos de la fundación.
Actualmente, el proyecto cuenta con 15 viviendas y 15 participantes. En cada una de estas casas habita una persona con una historia y unas necesidades muy distintas. Quienes se encargan de llevar a cabo cada seguimiento y asegurar su adaptación son nuestras compañeras Soledad López y Miriam Gracia, integradoras sociales y motores clave de esta iniciativa.
Este 2022 hace cinco años que el proyecto se puso en marcha. En esta entrevista hacemos un balance de los hitos y claves logrados.
¿En qué consiste el proyecto Housing First?
Cómo su propio nombre indica ‘La vivienda lo primero’. Una persona con larga trayectoria en calle pasa directamente a una casa y esta es el punto de partida desde donde, de forma individualizada, comenzamos a acompañarla en su propio proceso. Las condiciones son sencillas: mantener en buen estado la vivienda y las relaciones vecinales, aceptar nuestras visitas y en el caso de generar ingresos realiza un pequeño copago de alquiler. Los beneficios, según nuestro criterio, son muchos.
¿Cuántas personas se benefician del mismo?
Actualmente, se benefician del programa Housing First un total de 15 personas. Se inició en 2017 con 4 viviendas.
¿Qué ventajas presenta este tipo de programas frente a otros de vivienda tradicionales?
Garantiza una vivienda por tiempo indefinido. Es decir, no es un proceso en escalera donde la persona tenga que pasar previamente por una serie de recursos antes de acceder, por lo que las posibilidades de abandono son menores y la tasa de éxito es mayor para este tipo de perfil.
Se trata de viviendas individuales en las que se pone al participante en el centro y él lleva las riendas de su vida, sin objetivos impuestos.
¿Cuál es el perfil mayoritario de los usuarios que acceden a este programa?
El perfil mayoritario de los participantes son hombres alrededor de los 50 años con larga trayectoria en calle, en muchas ocasiones con patología dual y que no se mantienen en otros recursos por sus características.
También cabe destacar que en los últimos años se ha visto incrementado el número de mujeres derivadas al recurso y la incorporación de estas al programa.
¿Cómo es tu trabajo en un día normal?
Cada día es totalmente diferente al otro. Nuestra misión principal es visitar y acompañar a los participantes en sus metas vitales.
Pasamos gran parte de la jornada en las viviendas entrenando habilidades, conversando y fuera de ellas en acompañamientos, de tipo muy diverso. El apoyo va desde ir al médico hasta acompañar a una visita al cementerio para poner flores a sus familiares.
«La diversidad de las personas que hay en situación de calle es muy amplia«
¿Cómo evaluáis como avanzan los usuarios?
El balance general, tras cinco años de funcionamiento, es muy positiva si tenemos en cuenta cómo avanzan las personas que participan. El solo hecho de mantenerse y mantener la vivienda se puede considera un éxito, todo lo que se consiga después es bienvenido. Como podría ser: adherencia a tratamientos, deshabituación de tóxicos, acceso al mercado laboral…y se está consiguiendo. Es un programa que funciona.
¿Cuáles son los prejuicios o creencias más comunes sobre las personas sin hogar?
Vivimos en una sociedad, por desgracia, llena de prejuicios y el uso de las nuevas tecnologías no ha hecho que esto disminuya. En ocasiones se cree que las personas sin hogar no trabajan porque no quieren o se les relaciona con la delincuencia y el consumo de estupefacientes, pero la diversidad de las personas que hay en situación de calle es muy amplia.
¿Cómo se podrían eliminar?
Estos prejuicios vienen por el desconocimiento, lo que se desconoce se desprecia.
La Fundación Jesús Abandonado da visibilidad y voz a las personas sin hogar, desde todos los programas y recursos, en especial desde el área de Sensibilización y Comunicación.
Nosotras invitaríamos a la persona que tenga algún tipo de prejuicio a acercarse y conocer al otro.
Colaboradores
Este proyecto cuenta con la colaboración de la Consejería de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y políticas sociales, el Ayuntamiento de Murcia y la Fundación Patronato Jesús Abandonado de Murcia.