La Fundación Jesús Abandonado llevó a cabo en los seis primeros meses del año 2018 un total de 388 intervenciones a un centenar de personas distintas a través de su área de salud mental, que se suman a las 731 atenciones realizadas en 2017.
El equipo de atención psicológica está formado por dos psicólogas y un psiquiatra voluntario, que realizan sesiones semanales a todas las personas acogidas por la institución y necesiten de apoyo psicosocial.
Como explica María José García, psicóloga de la institución, «en este servicio se trabaja para orientar cualquier patología de salud mental tanto psicológica como psiquiátrica, y así poder ayudar más específicamente a quienes atendemos».
El perfil de las atenciones son mayoritariamente a hombres, en más de un 75 por ciento, «aunque el número de mujeres ha aumentado de forma considerable» hasta alcanzar el 25 por ciento restante.
Para Daniel López, director de la institución, «la situación de sinhogarismo es, sin duda alguna, la expresión más grave y dramática dentro de la exclusión social», ya que «carecer de un hogar es un factor de riesgo para la enfermedad mental».
Así, junto a esta situación de exclusión y problemas de salud mental «se entremezclan factores personales, síntomas de la propia enfermedad y factores sociales y económicos».
Por ello, la Fundación Jesús Abandonado tiene como uno de los retos de aquí a final de año y para el 2019 «poner en marcha recursos residenciales donde se produzca un desarrollo comunitario y se facilite el trabajo de los profesionales de una manera más flexible».
De esta manera, «podremos tener una herramienta más para mitigar y prevenir la exclusión social en personas que padezcan algún tipo de enfermedad mental».
«Queremos desarrollar una herramienta preventiva y paliativa adecuada basada en la aproximación del recurso desarrollando un programa específico de salud mental dirigido a personas sin hogar», remarca Daniel López.
La psicóloga María José García incide en que «las intervenciones que realizamos actualmente comprenden una gran variedad de tareas, desde acompañar en terapia y fomentar la autonomía en toma de decisiones, habilidades sociales, gestión emocional o autocontrol, hasta otras como realizar acompañamientos a diferentes centros de salud mental de Murcia para las citas con los especialistas».
Estos acompañamientos «sirven de nexo de unión entre los recursos existentes y para crear una mejor adherencia terapéutica».
También «nuestro servicio de atención psicológica imparte talleres como el que en la actualidad se realiza de estimulación cognitiva», orientado a fomentar un trabajo de práctica y entrenamiento de capacidades de razonamiento, cálculo, orientación, memoria, y atención, «que quedan en desuso una vez que la persona no tiene actividades diarias que permitan su utilización».
Este taller, llevado a cabo en el Centro de Día de Murcia y en el Centro de Acogida, ha contado con 99 participantes en los seis primeros meses del año, «y sirve además de freno al deterioro cognitivo que aparece en personas que han consumido tóxicos un largo tiempo de su vida».
